Toda la gente que haya seguido la NBA desde hace al menos 2 años sabrá quién es Mr.Sterling (como lo mencionó el comisionado Adam Silver), lo que hizo con hasta entonces sus Clippers y que los vendió por la burrada de 2000 millones de dólares (en América esa cantidad es considerada 2 billones), una burrada, que fue el culmen de una vida ligado a la franquicia que la compró aún estando en San Diego, dónde hace más o menos 30 años empezó a manipular parte de la liga a su antojo.
Todo empezo haya por la década de los 80 cuándo con uno de esos movientos de ciudad tan clasicos en la NBA los entonces San Diego Clippers (anteriormente llamados Buffalo Braves, que había sido un equipo con una sola aparición en Playoffs en el este) fue otra vez modificado de lugar por nuestro personaje de hoy, sin avisar ni tan siquiera a la propia liga, competición donde el equipo disputaba sus partidos, de que iba a mover la franquicia a Los Ángeles; algo que la liga no había aprovado y que casi consigue el anterior comisionado David Stern, pero, que no sirvió para paralizar el traslado a LA de los Clippers en el primer gran movimiento del mayor tirano que ha conocido la NBA. Todo empezó en 1981 cuándo compro a los San Diego Clippers por puro capricho cuándo Jim Buss compró los Lakers.
Ya el año siguiente protagonizó 2 hechos curiosos como poco: pidió a sus jugadores y al cuerpo técnico para que perdieran el mayor número de partidos posibles para poder obtener en el número 1 del draft ( algo que conseguirían hacer para obtener a Danny Manning,que era su objetivo para mantener las bocas de los periodistas medio calladas) y además intento mover el equipo desde San Diego a la cercana y más glamurosa ciudad de Los Ángeles ( algo que no se acometió hasta 1984), algo a lo que la NBA respondió con una multa de 100 millones de dólares, a lo que el personaje respondió con otra demanada de 25 millones, que dejó la primera en solo 6 tras negocio previo.
Donaldn Sterling, o el tipo que enviaba a sus jugadores profesionales a entrenar en gimnasios de mala muerte porque no gastaba ni un céntimo a menos que fuera muy necesario, tanto que llegó a preguntarle al entrenador tras contratar a los físios que pedía la liga, que si eran tan importantes esos trabajadores y que si los masajes no los podían hacer los propios jugadores o incluso el entrenador, también mencionando a su cuerpo técnico; que entre otras transhistorias, invitó a unos familiares a ver un partido de sus Clippers contra los Bulls pre-Jordan en el Chicago Stadium y una sobrina suya le tildó de impresentable y despreciable.
No hay formar de hablar mejor de alguien que llevó a jugadores de una media superior a los 2,00 metros de altura en clase turista más de dos horas, que estaba termiantemente prohibido por la liga, nada más bajar de avión uno de los jugadores, Joe Bryant (padre de Kobe) fue a la prensa a quejarse de como pudo haber sucedido aquello.
Este hombre solo fue expulsado de la liga con él incidente racista durante los Playoffs de 2013 y a los 81 años, pero la verdad, es que tal y como recoge Alan Siegel en su trilogía dedicada a las monstruosidades de el psicópata que durante 30 años hizo lo que quiso con unos Clippers que ahora empiezan a ver la luz.
Todo empezo haya por la década de los 80 cuándo con uno de esos movientos de ciudad tan clasicos en la NBA los entonces San Diego Clippers (anteriormente llamados Buffalo Braves, que había sido un equipo con una sola aparición en Playoffs en el este) fue otra vez modificado de lugar por nuestro personaje de hoy, sin avisar ni tan siquiera a la propia liga, competición donde el equipo disputaba sus partidos, de que iba a mover la franquicia a Los Ángeles; algo que la liga no había aprovado y que casi consigue el anterior comisionado David Stern, pero, que no sirvió para paralizar el traslado a LA de los Clippers en el primer gran movimiento del mayor tirano que ha conocido la NBA. Todo empezó en 1981 cuándo compro a los San Diego Clippers por puro capricho cuándo Jim Buss compró los Lakers.
Ya el año siguiente protagonizó 2 hechos curiosos como poco: pidió a sus jugadores y al cuerpo técnico para que perdieran el mayor número de partidos posibles para poder obtener en el número 1 del draft ( algo que conseguirían hacer para obtener a Danny Manning,que era su objetivo para mantener las bocas de los periodistas medio calladas) y además intento mover el equipo desde San Diego a la cercana y más glamurosa ciudad de Los Ángeles ( algo que no se acometió hasta 1984), algo a lo que la NBA respondió con una multa de 100 millones de dólares, a lo que el personaje respondió con otra demanada de 25 millones, que dejó la primera en solo 6 tras negocio previo.
Donaldn Sterling, o el tipo que enviaba a sus jugadores profesionales a entrenar en gimnasios de mala muerte porque no gastaba ni un céntimo a menos que fuera muy necesario, tanto que llegó a preguntarle al entrenador tras contratar a los físios que pedía la liga, que si eran tan importantes esos trabajadores y que si los masajes no los podían hacer los propios jugadores o incluso el entrenador, también mencionando a su cuerpo técnico; que entre otras transhistorias, invitó a unos familiares a ver un partido de sus Clippers contra los Bulls pre-Jordan en el Chicago Stadium y una sobrina suya le tildó de impresentable y despreciable.
No hay formar de hablar mejor de alguien que llevó a jugadores de una media superior a los 2,00 metros de altura en clase turista más de dos horas, que estaba termiantemente prohibido por la liga, nada más bajar de avión uno de los jugadores, Joe Bryant (padre de Kobe) fue a la prensa a quejarse de como pudo haber sucedido aquello.
Este hombre solo fue expulsado de la liga con él incidente racista durante los Playoffs de 2013 y a los 81 años, pero la verdad, es que tal y como recoge Alan Siegel en su trilogía dedicada a las monstruosidades de el psicópata que durante 30 años hizo lo que quiso con unos Clippers que ahora empiezan a ver la luz.
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