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Valencia Basket y Bilbao Basket se reencontraban con la Liga Endesa tras unas semanas con parones de selecciones y Copas- Ambos buscaban mejorar lo que tenían hasta la fecha para seguir sumando victorias que les acercaran a sus correspondientes objetivos.
Además el saque de honor tuvo como representantes 'falleret' y a las falleras mayores de la comisión Convento Jerusalén, para mostrar el fervor fallero que se manifiesta en estas fechas.
Finalmente fue muy superior Valencia al Bilbao; en un partido con mucha afluencia de gente ( 7020 personas), con muchos parones por fallos tecnológicos pero sobretodo un partido con +24 para los locales, que pagar los platos rotos de Euroliga con otro equipo vasco... Uno que lleva 6 derrotas seguidas y cuyo objetivo es la permanencia; como afirmó su técnico Veljko Mrsic en rueda de prensa.
El primer cuarto empezó con el Valencia Basket jugando un mejor baloncesto, con Bojan Dubljevic como mejor jugador de los locales con hasta dos triples en los primeros minutos de encuentro, que junto a Rafa Martínez, Alberto Abalde y San Emeterio estaban haciendo mucho ruido en la canasta rival, como si de una mascletá se tratase.
Pero Bilbao no se quedó atrás. Mickell Gladness, Dejan Todorovic y Axel Hervelle mantenían las esperanzas intactas de su equipo en una tarde que ya olía a pólvora en la Capital del Turia y en la que los 'Hombres de Negro' querían tener su particular Nit del Foc donde ellos brillasen, siendo el conjunto local el que lo viese todo oscuro.
El empate a 11 al ecuador del cuarto era un tanto relativo, porque aquel partido era más un símil de los clásicos trenes falleros donde van desfilando las distintas comitivas, con sus idas y venidas, un hecho que se veía en el campo con constantes contrastes de ambos equipos, porque igual que podía ser sublime la jugada... Podía ser un desastre.
El final del cuarto estuvo claramente dominado por el conjunto taronja, que mejoró en todo los aspectos (ataque, defensa, intensidad y dominio del balón) además de limitar mucho el ritmo de juego de un Bilbao Basket, que en cualquier pausa que no fuera un tiempo muerto escuchaba atentamente las indicaciones de un Álex Mumbrú, que no tuvo un gran inicio y que no impidió que el marcador se pusiera tras diez minutos de juego en un desfavorable 22-14.
El segundo cuartos empezó con Will Thomas siendo la sensación más inesperada, como ese petardo que de repente te suena al lado, con 8 puntos y 1 robo que llevaron la distancia de Valencia Basket más allá de los 10 puntos, a pesar de que Ben Bentil, Todorovic o Devin Thomas maquillasen levemente el marcador.
Latavious Williams, 'Dubi' y Alberto Abalde mantenían la ventaja con pequeños detalles en momento puntuales; lo que al ecuador suponía que el marcador reflejase un favorable 37-27 para su equipo.
Al descanso, Valencia Basket lideraba el partido gracias a otro clínic (esta vez más efectivo) de un gran Fernando San Emeterio que a cada partido que pasa evidencia aún más la frase de que el vino cuanto más viejo es mejor (igual que otros grande jugadores de baloncesto) y un Will 'Diesel' Thomas, que cada partido que juega parece que corra, juegue o salte más y mejor que en el anterior choque.
Dos grande jugadores que no pudo frenar Bilbao Basket y que dejó el marcador en 41-32.
El tercer cuarto se reanudó con San Emeterio ( con Tibor Pleiss como gran escudero) liderando el partido en ritmo, anotación y asistencias; un hecho que llevó a contagiarse al resto del equipo (tal y como se vió con el alley-oop de Rafa Martínez para el mate de Alberto Abalde) en ambos lados de la pista, con Aaron Doornekamp aportando poco pero suficiente al colectivo.
Al ecuador del cuarto el marcador reflejaba las sensaciones que se estaban viendo en el campo; Valencia Basket era muy superior en ambos lados de la pista y Bilbao Basket no estaban encontrando los medios ni teniendo la suerte suficiente como para frenarlo. 55-38 y poco más que añadir.
Erick Green y Lucio Redivo fueron los grandes agitadores del encuentro en los últimos minutos del cuarto; con Dubi, Pleiss , Devin Thomas o Todorovic como actores secundarios en unos minutos donde tanto San Emeterio como Guillem Vives sufrieron molestias que les llevaron de vuelta al banquillo. Pero a pesar de ello, tras 30 minutos disputados, Valencia Basket dominaba por 70-49.
En el parón entre el tercer y el último cuarto, Ruben Ramos se llevó la tercera eliminatoria de primera ronda del #MovistarDunkers2 ante un Krystian Pigula que no logró realizar su mate, más complicado que el de su contrincante pero como se suele decir: 'La bola no miente'.
El último cuarto empezó con Bilbao Basket más enchufado aunque rápidamente reaccionó el quinteto local en pista en dicho momento (Dubi, Will Thomas, Joan Sastre, Green y Abalde) anotando prácticamente todos ellos y defendiendo de maravilla además de provocar hasta 5 faltas en esta parte del cuarto, uno de los datos en los que Valencia más suele destacar en las victorias del conjunto valenciano.
El marcador no podía ser más claro al ecuador del cuarto y con la sensación de que ningún factor podía cambiar la situación. 81-55 y todo visto para sentencia en vísperas de las fiestas grandes en la provincia de Valencia.
El partido, que tuvo la anécdota de que se estropeo varias veces el marcador y que tuvo como 'traca final' los constantes bocinazos (que parecían de broma) y que acabaron con otro cambio de canasta, que fue los más curioso de los últimos minutos de juego, que terminaron con un ritmo de trompeta que como las Fallas, hace recordar a la grada local tiempos mejores, pero que se va feliz por ganar 87-67.
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